jueves, 24 de julio de 2014

27 de mayo

Estoy haciendo con él lo mismo que he hecho con todos...

Le envié un mensaje en la madrugada sin esperar que me respondiera, para dejar de sentir culpa de que fui yo la que no escribí y más bien fue él quien no respondió. Y a la Mañana siguiente me respondió: ¿por qué dices eso?, no sentí el mismo amor pero tampoco sin él, me respondió confundido, es natural porque yo le envié confundida...

La cuestión es que me parece que esto ya lo he hecho antes. Y ya me han respondido igual...

Recuerdo que a mi primer novio yo tampoco le presté atención de que yo le gustaba. Él pasaba tiempo conmigo, compartíamos juntos, nos besábamos. Cuando me di cuenta de que eso es amor, cambié. Comencé a ser más dulce, más amable, más cariñosa. Entonces me le declaré, y me rechazó... Luego me pidió disculpas, pero ya el daño estaba hecho.

En fin, cuando uno es inexperto lo hace todo mal... Ese es el asunto.

Yo no he tenido muchas experiencias de amor, es más puedo contar con los dedos de una mano las relaciones que he tenido. Eso es no tener experiencia, lo que por añadidura me hace tonta en materia de amor.

Ese mensaje que le envié a él, para mí, fue algo desesperado... Me explico, primeramente lo envié porque quería que conversáramos. Quería que me hablara, aunque no estaba esperando una respuesta la verdad. Pero siendo honesta, lo envié porque me siento terriblemente sola, sobretodo en las noches, así de tanto será que no me importa hacer cosas desesperadas... Y sé que es desesperada por lo que tengo que responder a la pregunta que él me hizo:

Primero, ¡verga! ¿necesitas más explicaciones?.

Bueno, me parece que no me he sabido explicar.

A ver, ¿cómo respondo?, con la verdad... Busquémosla.

La verdad es, digo que me estoy enamorando porque si.

Porque comencé a ilusionarme. Imaginarme el tiempo contigo, imaginarte en mi vida, y sonrío de pensarlo.

Porque comencé a dudar que pasaría si ¿te presentaba a mi familia, si me presentabas a la tuya, si luego nos hacíamos novios, y si luego nos casábamos?

Tal cual, me lo dijiste tú la primera vez que salimos. No recuerdas... Pero todo eso me lo dijiste.

Entonces aquella vez, mientras te escuchaba me pareció algo desesperado... pero lindo, y me pensé: ¡Aw, quiere tantas cosas, compromisos, planes, formalidad... se siente solo...!

¡Y ahora soy yo la que piensa así! Que si nos conocemos, nos encantamos, nos enamoramos, nos casamos... ¿Cómo se le llama a eso?

Ah si, desesperada, pero ¡qué linda, quiere tantas cosas, compromisos, planes, formalidad... se siente sola...!

Sí, me siento sola, por eso hice algo desesperado, por eso envié aquel mensaje.

Y te confieso, que aquella primera cita, lo que no internalicé fue que al escucharte a tí, me hablabas de mí misma... Ahora lo sé.

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